INTRODUCCIÓN

En el contexto educativo, el logro académico de los estudiantes es un aspecto fundamental que ha sido objeto de amplia investigación y atención. El rendimiento escolar no solo influye en el desarrollo individual del estudiante, sino también en su futuro académico y profesional mediante implicaciones significativas. Según Bernate y Vargas (2020) “los alumnos representan el centro de la educación, motivados por la búsqueda de conocimiento, y lo más importante que sea una pasión que permita desde su accionar transformaciones sociales” (p. 143).

En este sentido, en pro de lograr dichas transformaciones, es menester estudiar los factores que afectan el rendimiento académico, debido a que esto constituye un tema de interés tanto para investigadores como para profesionales de la educación. Cuadro et al. (2023) expresan que cuando los estudiantes se sienten hábiles para llevar a cabo acciones no netamente académicas, puede optimizar su disposición al logro. Por otro lado, de acuerdo con Ocaña et al. (2019) “los nuevos retos de la sociedad de la información demandan de la universidad un severo cambio en sus rígidos cánones de formación” (p. 537). De allí que la investigación como complemento fundamental de la formación pedagógica, promueve en los estudiantes una acción sustentada tanto en el aprendizaje de un área específica como en la exploración de otras áreas promotoras de su desarrollo integral.

En el contexto específico de los institutos tecnológicos, donde los programas de estudio están orientados hacia disciplinas innovadoras y científicas, el estudio acerca de los estilos atribucionales adquiere una importancia particular. Por ende, el interés por disertar acerca de los estilos de aprendizaje emerge como una reflexión a profundidad de la diversidad académica, encontrando así una asociación positiva para un mejor rendimiento académico, inclusive, con el empleo de herramientas tecnológicas. De acuerdo con Vera (2023) “las TIC durante los últimos años han cobrado mayor fuerza, debido a la necesidad e importancia de contar con habilidades para manejar recursos virtuales, dentro del desarrollo personal, profesional y laboral” (p. 2711). Cañizares et al. (2024) manifiestan que:

La incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a la educación superior en la sociedad contemporánea ha modificado las maneras de enseñar y aprender; por tanto, incide directamente en los estilos de aprendizaje que adoptan los estudiantes con el uso de las redes, dispositivos y servicios como respuesta a la demanda de enseñanza presentada por el docente. (p. 3)

Vale destacar que, desde otras perspectivas, las TIC han sido consideradas negativas, por cuanto muchos estudiantes y docentes han enfrentado desafíos o imprevistos difíciles de superar por diversos factores, tales como: falta de conexión, recursos u otros. Es allí donde los estilos atribucionales se insertan en el hecho educativo, pues al considerar la diversidad de talentos y habilidades, los estudiantes y docentes pueden reconocer sus fortalezas y debilidades en función de ayudarse unos a otros para superar las dificultades.

Desde esta perspectiva, los estilos atribucionales ameritan el ajuste a los cambios. Torres y Cobo (2017) agregan que “la educación tiene como vehículo para lograr sus fines el uso sistemático de la tecnología educativa, que establece la manera de planificarla y ponerla en práctica: al configurar los procesos de enseñanza y aprendizaje, sus recursos, espacios y tiempos” (p. 38).

De esta manera, los constructos tecnológicos ganan relevancia para guiar el proceso educativo, puesto que conducen a atender los diferentes intereses de los aprendices en función de propiciar un rendimiento académico óptimo para cada estilo atribucional. Isaza (2014) define los estilos de aprendizaje como aquellas “características psicológicas, cognitivas, afectivas y fisiológicas presentes en una persona cuando se encuentra en una situación educativa, se relacionan con los modos en que los estudiantes organizan contenidos, construyen conceptos, procesan información y resuelven los problemas” (p. 27). Por tanto, esto implica que los estudiantes se pueden desempeñar como seres autónomos capaces de enfrentar diversos desafíos y de superarlos por sí mismos.

Sin embargo, existen estilos atribucionales que afectan el buen desempeño. En este particular, Vera et al. (2021) resaltan “la influencia negativa de la indisciplina y de las atribuciones de fracaso escolar por causas externas respecto al rendimiento académico” (p. 389). Por este motivo, las estrategias empleadas por los docentes deben girar en torno a una formación favorable para los aprendices, situación que se logra cuando los docentes toman en cuenta los estilos de aprendizajes individuales y los incluyen dentro de sus planificaciones. Desde la perspectiva del proceso formativo, Castro y Guzmán (2005) expresan que “los estilos de aprendizaje son constructos que todos tenemos los cuales afectan la forma de aprender y de enseñar, por ello, es necesario tomarlos en cuenta al momento de planificar, ejecutar y evaluar las clases” (p. 99).

Teniendo presente todo lo antes expuesto, se puede afirmar que los estilos atribucionales se refieren a las tendencias individuales y a la forma en la cual las personas explican las causas de los eventos que experimentan, ya sean estos positivos o negativos.

La teoría de la atribución sugiere que las personas expliquen sus éxitos y fracasos de acuerdo con factores internos (como habilidad, esfuerzo) o externos (como la suerte, la dificultad de la tarea). Para Vera (2022) “cuando los estudiantes obtienen un resultado académico realizan inferencias sobre las causas que lo originaron, sea positivo o negativo. Dichas deducciones, basadas en las experiencias previas, son consideradas atribuciones causales de logro” (p. 1087). Ibarra (2019) alega que “…a partir del conocimiento de las atribuciones causales, podríamos definir la percepción de un sujeto en los diferentes ámbitos de su vida, desde puntos de vista retrospectivos hasta expectativas o motivaciones sobre los diferentes aspectos de su vida diaria”.

Estas explicaciones atribucionales pueden influir en la motivación, el comportamiento y, en última instancia, en el rendimiento académico de los estudiantes. A pesar de la abundancia de investigaciones sobre los estilos atribucionales y el rendimiento académico, existe una falta de consenso en la literatura respecto a la naturaleza y la dirección de esta relación, especialmente, en contextos específicos como los institutos tecnológicos. Los institutos tecnológicos se caracterizan por ofrecer programas de estudio centrados en áreas técnicas y científicas, lo que puede influir en la manera en la cual los estudiantes atribuyen sus éxitos y fracasos académicos. Balduzzi (2010) afirma que “si el alumno debe apropiarse del discurso académico para avanzar en la carrera, como profesional tendrá nuevos desafíos: construir significados en vistas al abordaje de problemas específicos y a la intervención sobre esos problemas” (p. 114).

En la literatura psicológica, los estilos atribucionales se han identificado como un factor clave en la formación de la autoimagen y la autoeficacia de los individuos. Por ejemplo, un estudiante que atribuye su éxito en un examen a su capacidad inherente (atribución interna) y al esfuerzo que invirtió en el estudio (atribución controlable) es probable que tenga una autoimagen más positiva y esté motivado para enfrentar desafíos futuros. En contraste, un estudiante que atribuye su fracaso a la dificultad de la tarea (atribución externa) y a la mala suerte (atribución incontrolable) puede experimentar una disminución en su autoestima y sentirse desmotivado para mejorar su desempeño académico.

En el contexto de la educación superior, donde el éxito académico es una prioridad para los estudiantes y las instituciones educativas, comprender cómo los estilos atribucionales influyen en el rendimiento académico es de suma importancia. Sin embargo, la investigación en este campo ha producido resultados mixtos y a menudo contradictorios. López y Morales (2014) manifiestan que “el estilo de aprendizaje es la manera integral por la cual se hacen significativas las diversas experiencias que nos rodean cotidianamente y no sólo en el ámbito escolar” (p. 3). Para De Armas y Rodríguez (2015) “un estilo más activo en quienes cursan los primeros semestres podría ser el reflejo del proceso de adaptación e integración social que forzosamente experimentan los individuos al iniciar la vida universitaria” (p. 21).

Los estudiantes de institutos tecnológicos pueden enfrentarse a desafíos únicos, como la complejidad de los conceptos técnicos, la presión por mantenerse al día con los avances tecnológicos y la necesidad de desarrollar habilidades prácticas en entornos de laboratorio. La idea es lograr la optimización del hecho educativo, del desenvolvimiento del estudiante y del auto concepto formativo. Según Garbanzo (2007) “la capacidad percibida por parte del estudiante, el rendimiento académico previo y creer que la inteligencia se desarrolla a partir del esfuerzo académico, contribuyen a mejorar un autoconcepto académico positivo” (p. 50).

En este sentido, los estudiantes que poseen estilos atribucionales que promueven la perseverancia, la responsabilidad personal y la búsqueda activa de soluciones pueden estar mejor equipados para enfrentar los desafíos académicos y alcanzar el éxito en sus estudios.

Por lo antes dicho, este estudio tuvo como objetivo analizar la relación entre los estilos atribucionales y el logro académico en estudiantes de institutos tecnológicos. Para ello, se examinaron las relaciones entre diferentes dimensiones de los estilos atribucionales (por ejemplo, atribución interna vs. externa, estabilidad vs. inestabilidad) y el rendimiento académico de los estudiantes.

Por lo tanto, este estudio abordó estas lagunas en la literatura, abarcando específicamente la relación entre los estilos atribucionales y el rendimiento académico en estudiantes de institutos tecnológicos. Los resultados de esta investigación podrían consolidar el desarrollo de intervenciones educativas dirigidas a mejorar la motivación y el éxito académico en contextos específicos como los institutos tecnológicos.

MÉTODO

La investigación se llevó a cabo bajo el enfoque cuantitativo con un nivel descriptivo, lo cual permitió indagar a profundidad sobre el tema relacionado con los estilos atribucionales y el logro académico. La muestra de este estudio estuvo compuesta por 90 estudiantes matriculados en institutos tecnológicos seleccionados al azar de distintas poblaciones e instituciones del país. Se procuró incluir tanto a estudiantes de primer año como a estudiantes de cursos superiores para garantizar una representación adecuada de los diferentes niveles académicos.

Se emplearon instrumentos que dieron lugar a la recopilación de los datos mediante un cuestionario de estilos atribucionales, el cual permitió evaluar las tendencias de atribución de los participantes en una variedad de situaciones académicas y no académicas, a través de la medición de dimensiones clave como la atribución interna vs. externa y la estabilidad vs. inestabilidad de las causas atribuidas. Además, se recopilaron los datos sobre el rendimiento académico de los estudiantes utilizando registros académicos oficiales.

Como procedimiento, se llevaron a cabo las siguientes acciones: se obtuvo la aprobación ética correspondiente antes de realizar la investigación. Una vez obtenida la aprobación, se solicitó la participación voluntaria de los estudiantes en el estudio. Se explicó el propósito del estudio y se garantizó la confidencialidad de los datos recopilados.

Luego, los participantes completaron el cuestionario sobre los estilos atribucionales en un entorno controlado, como su aula de clase, lo cual garantizó la consistencia en las respuestas del instrumento. Además, se recopilaron los datos sobre el rendimiento académico de los participantes de manera confidencial, a través de los registros académicos proporcionados por las instituciones educativas.

En relación al análisis de los resultados, estos fueron recopilados utilizando técnicas estadísticas descriptivas y correlacionales. Se calcularon estadísticas descriptivas, como medias y desviaciones estándar, a fin de resumir las características de la muestra y los puntajes en los diferentes ítems del cuestionario. Además, se llevó a cabo un análisis de correlación para examinar las relaciones entre los estilos atribucionales de los estudiantes y su rendimiento académico. Se utilizaron además pruebas estadísticas para determinar la significancia de las correlaciones encontradas.

RESULTADOS

Entre los aspectos resaltantes de los resultados obtenidos, se observa que los estudiantes que poseen un estilo atribucional orientado al control interno tienden a presentar un mejor desempeño académico en comparación con aquellos con atribuciones externas. Estos hallazgos son detallados en las siguientes tablas.

Tabla 1.

Estilos atribucionales de los estudiantes.

Estilo Atribucional	Media	Desviación Estándar	Mínimo	Máximo
Atribución Interna	3.45	0.62	2.10	4.80
Atribución Externa	2.80	0.75	1.20	4.50
Estabilidad	3.60	0.58	2.50	4.90
Inestabilidad	2.90	0.70	1.60	4.20

Elaboración: Los autores.

De acuerdo con la tabla 1, los estudiantes mostraron una tendencia hacia una atribución interna moderadamente alta, con una media de 3.45 y una desviación estándar de 0.62, lo que sugiere cierta variabilidad en las respuestas.

En contraste, la atribución externa promedio fue ligeramente menor, con una media de 2.80 y una desviación estándar de 0.75, indicando una menor consistencia en las respuestas en comparación con la atribución interna.

Respecto a la estabilidad de las atribuciones, los estudiantes exhibieron una tendencia hacia atribuciones estables, con una media de 3.60 y una desviación estándar de 0.58, sugiriendo una cierta uniformidad en las respuestas en esta dimensión.

Por otro lado, la inestabilidad de las atribuciones mostró una media ligeramente inferior, con 2.90, y una desviación estándar de 0.70, indicando una variabilidad moderada en las respuestas de los estudiantes en esta dimensión.

Tabla 2.

Rendimiento académico de los estudiantes.

Rendimiento Académico Media Desviación Estándar Mínimo Máximo
Calificación Promedio 8.50 0.75 6.80 9.70

Elaboración: Los autores.

Según la tabla 2, el rendimiento académico promedio de los estudiantes, medido a través de su calificación promedio, fue de 8.50, con una desviación estándar de 0.75, lo que sugiere una distribución relativamente estrecha de las calificaciones en la muestra.

La calificación mínima fue de 6.80, mientras que la calificación máxima fue de 9.70, lo que indica un rango de rendimiento académico considerable pero centrado en torno a valores altos.

Tabla 3

Correlaciones entre estilos atribucionales y rendimiento académico.

Atribución Atribución Estabilidad Inestabilidad Interna Externa
Rendimiento Académico 0.42 -0.25 0.36 -0.18

Atribución Atribución Estabilidad Inestabilidad

Interna Externa

Rendimiento Académico 0.42 -0.25 0.36 -0.18

Fuente: según cuestionarios aplicados.

Elaboración: Los autores.

En la tabla 3, se observa una correlación positiva significativa entre la atribución interna y el rendimiento académico (r = 0.42, p < 0.05), lo que sugiere que los estudiantes que tienden a atribuir su éxito académico a factores internos tienen un rendimiento académico más alto.

Por otro lado, se encontró una correlación negativa significativa entre la atribución externa y el rendimiento académico (r = -0.25, p < 0.05), indicando que los estudiantes que tienden a atribuir su éxito académico a factores externos tienen un rendimiento académico más bajo.

Además, se encontraron correlaciones positivas significativas entre la estabilidad de las atribuciones y el rendimiento académico (r = 0.36, p < 0.05), y correlaciones negativas significativas entre la inestabilidad de las atribuciones y el rendimiento académico (r = -0.18, p < 0.05), lo que sugiere que los estudiantes que perciben sus éxitos o fracasos como estables tienden a tener un mejor rendimiento académico en comparación con aquellos que perciben estas causas como inestables.

DISCUSIÓN

Los resultados del estudio precisan una correlación más profunda de la relación entre los estilos atribucionales y el rendimiento académico en estudiantes de institutos tecnológicos. En primer lugar, se pudo develar que los estudiantes mostraron una tendencia hacia atribuciones internas y estables, lo que sugiere una propensión a atribuir su éxito académico a factores internos y estables como la habilidad y el esfuerzo personal. Esta tendencia refleja una mentalidad de crecimiento en la cual los estudiantes creen en su capacidad para mejorar a través del esfuerzo y la práctica, lo que a su vez puede estar asociado a un mayor rendimiento académico.

En cuanto al rendimiento académico, los resultados mostraron un promedio relativamente alto de calificaciones, lo que sugiere un nivel generalmente bueno de logro entre los estudiantes de institutos tecnológicos. Esto puede atribuirse a varios factores, como la calidad de la enseñanza sustentada en los diversos estilos de aprendizaje, el acceso a recursos educativos tradicionales y tecnológicos y/o a la motivación intrínseca de los estudiantes por las áreas técnicas y científicas.

Al analizar las correlaciones entre los estilos atribucionales y el rendimiento académico, se encontraron relaciones significativas que respaldan la importancia de los estilos atribucionales en la predicción del éxito académico. Específicamente, se observó una correlación positiva entre la atribución interna y el rendimiento académico, lo que sugiere que los estudiantes que atribuyen su éxito a factores internos tienen un mejor rendimiento académico. Este hallazgo es consistente con la literatura previa que ha destacado el papel de la atribución interna como un predictor clave del rendimiento académico.

Por otro lado, se encontró una correlación negativa entre la atribución externa y el rendimiento académico, lo que indica que los estudiantes que atribuyen su éxito a factores externos tienen un rendimiento académico más bajo. Esta relación sugiere que las atribuciones externas, como la suerte o la dificultad de la tarea, pueden desempeñar un papel limitante en el rendimiento académico al disminuir la percepción de control y responsabilidad personal sobre el éxito.

Además, se encontraron correlaciones significativas entre la estabilidad de las atribuciones y el rendimiento académico, con una asociación positiva entre la estabilidad y el rendimiento académico, y una asociación negativa entre la inestabilidad y el rendimiento académico. Estos hallazgos sugieren que los estudiantes que perciben sus éxitos o fracasos como estables tienden a tener un mejor rendimiento académico en comparación con aquellos que perciben estas causas como inestables.

Vale resaltar que, a lo largo de este estudio, se pudo apreciar la importancia de considerar los estilos atribucionales de los estudiantes al diseñar intervenciones educativas destinadas a mejorar el rendimiento académico en contextos específicos como los institutos tecnológicos, por cuanto se pudo fomentar una mentalidad de crecimiento que promovió atribuciones internas y estables, siendo ello una estrategia efectiva para mejorar el éxito estudiantil e impulsar una cultura de logro en entornos educativos centrados en disciplinas técnicas y científicas.

Es importante considerar que los resultados de este estudio están en línea con la teoría de la atribución, la cual sugiere que las percepciones de los individuos sobre las causas de sus éxitos y fracasos influyen en su motivación, comportamiento y rendimiento. En el contexto académico, los estudiantes que atribuyen su éxito a factores internos, como la habilidad y el esfuerzo, están más propensos a adoptar estrategias de aprendizaje orientadas al dominio y a perseverar frente a los desafíos académicos. Por el contrario, aquellos que atribuyen su éxito a factores externos pueden ser menos propensos a asumir la responsabilidad de su aprendizaje y pueden mostrar una menor persistencia en la búsqueda de metas académicas.

Además, se pudo constatar que la percepción de la estabilidad en las causas atribuidas puede tener un impacto significativo en el rendimiento académico. Los estudiantes que perciben sus éxitos como estables (por ejemplo, atribuyéndolos a su habilidad innata) pueden tener una mayor confianza en sus capacidades y estar más motivados para seguir esforzándose, lo que puede conducir a un mejor rendimiento académico a lo largo del tiempo. Por el contrario, los estudiantes que perciben sus éxitos como inestables (por ejemplo, atribuyéndolos a la suerte o a factores externos) pueden experimentar una mayor incertidumbre y ansiedad, interfiriendo, de este modo, con su desempeño académico.

Es importante destacar que, si bien este estudio ofrece una visión útil sobre la relación entre los estilos atribucionales y el rendimiento académico en estudiantes de institutos tecnológicos, existen algunas limitaciones que deben tenerse en cuenta al interpretar los resultados. Por ejemplo, la naturaleza transversal del diseño del estudio impide establecer relaciones causales definitivas entre los estilos atribucionales y el rendimiento académico. Además, los datos se basaron en autorreportes de los estudiantes, lo que podría estar sujeto a sesgos de respuesta y no capturar completamente la complejidad de los procesos atribucionales y de aprendizaje.

Para futuras investigaciones, sería interesante explorar cómo intervenciones específicas dirigidas a promover estilos atribucionales adaptativos pueden influir en el rendimiento académico y en el bienestar estudiantil en institutos tecnológicos y otros contextos educativos. Además, estudios longitudinales podrían ayudar a elucidar la dirección de las relaciones causales entre los estilos atribucionales y el rendimiento académico a lo largo del tiempo.

CONCLUSIONES

Este estudio constituye una evidencia significativa sobre la relación entre los estilos atribucionales y el rendimiento académico en estudiantes de institutos tecnológicos. Los hallazgos destacan la importancia de considerar cómo las percepciones de los estudiantes sobre las causas de su éxito y fracaso académico influyen en su motivación y rendimiento en entornos educativos centrados en disciplinas técnicas y científicas.

En primer lugar, se encontró que los estudiantes mostraron una tendencia hacia atribuciones internas y estables, lo que sugiere una propensión a atribuir su éxito académico a factores internos como la habilidad y el esfuerzo personal. Esta tendencia se asoció positivamente con un mayor rendimiento académico, lo que defiende la importancia de fomentar una mentalidad de crecimiento promotor de la responsabilidad personal y la perseverancia en el aprendizaje.

Por otro lado, se observó que las atribuciones externas y la percepción de la inestabilidad en las causas atribuidas se asociaron negativamente con el rendimiento académico. Estos hallazgos subrayan la importancia de abordar las creencias de los estudiantes sobre la influencia de factores externos y la variabilidad en las causas de su éxito académico para promover un rendimiento académico óptimo.

En conjunto, estos resultados develaron la relevancia de los estilos atribucionales como predictores del éxito académico en estudiantes de institutos tecnológicos. Entender cómo los estudiantes atribuyen sus éxitos y fracasos académicos puede proporcionar información valiosa para el diseño de intervenciones educativas dirigidas a mejorar la motivación, la autoeficacia y el rendimiento académico de los estudiantes en estos contextos.

Asimismo, este estudio ha contribuido al enriquecimiento de los conocimientos relacionados con los factores que han influido en el rendimiento académico, destacando la importancia de considerar las dimensiones psicológicas y motivacionales de los estudiantes en la promoción del éxito educativo en institutos tecnológicos y otros entornos educativos similares. Tales aciertos tienen implicaciones prácticas importantes para educadores, orientadores y diseñadores de políticas educativas, puesto que tienen como propósito mejorar el rendimiento y el bienestar estudiantil en las instituciones de educación superior.

FINANCIAMIENTO

No monetario.

AGRADECIMIENTOS

A los estudiantes de los distintos institutos tecnológicos del país, por sus valiosos aportes a la ejecución de esta investigación.

REFERENCIAS CONSULTADAS

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