DOI 10.35381/cm.v10i1.1304
Optimización del control interno en cooperativas de transporte: innovación y transparencia para la eficiencia operativa
Optimization of internal control in transport cooperatives: innovation and transparency for operational efficiency
Fernanda Elizabeth Piñaloza-Camacho
fernanda.pinaloza.88@est.ucacue.edu.ec
Universidad Católica de Cuenca, Cuenca, Azuay, Ecuador
https://orcid.org/0009-0001-6721-8018
Lenyn Geovanny Vásconez-Acuña
Universidad Católica de Cuenca, Cuenca, Azuay, Ecuador
https://orcid.org/0000-0001-9258-3255
Revisado: 25 de septiembre 2023
Aprobado: 15 de diciembre 2023
Publicado: 15 de enero 2024
RESUMEN
El control interno en las cooperativas de transporte es crucial para mitigar riesgos y optimizar su funcionamiento eficiente, protegiendo los recursos financieros e integridad de la información. Este estudio busca analizar la efectividad del control interno en estas cooperativas, considerando su evolución hacia enfoques más holísticos y adaptativos. Se enfoca en la importancia de la transparencia y la innovación en la gestión, destacando la necesidad de prácticas efectivas para fortalecer la confianza de los stakeholders y consolidar la legitimidad en un mercado exigente. Se propone la aplicación de enfoques innovadores, como tecnologías avanzadas y mejoras en la colaboración y comunicación interna. Estos enfoques pueden mejorar la eficiencia operativa y la gestión de riesgos. En conclusión, la aplicación de metodologías efectivas para evaluar y mejorar la eficacia operativa es fundamental para garantizar el éxito y sostenibilidad de las cooperativas de transporte en entornos empresariales dinámicos y competitivos.
Descriptores: Evaluación; gestión de riesgos; tecnología; cultura. (Tesauro UNESCO).
ABSTRACT
Internal control in transport cooperatives is crucial to mitigate risks and optimize their efficient operation, protecting financial resources and information integrity. This study seeks to analyze the effectiveness of internal control in these cooperatives, considering their evolution towards more holistic and adaptive approaches. It focuses on the importance of transparency and innovation in management, highlighting the need for effective practices to strengthen stakeholder confidence and consolidate legitimacy in a demanding market. Innovative approaches, such as advanced technologies and improvements in collaboration and internal communication, are proposed. These approaches can improve operational efficiency and risk management. In conclusion, the application of effective methodologies to evaluate and improve operational efficiency is critical to ensure the success and sustainability of transport cooperatives in dynamic and competitive business environments.
Descriptors: Evaluation; risk management; technology; culture. (UNESCO Tesahurus).
INTRODUCCIÓN
El análisis del control interno en Cooperativas de Transporte es un campo en el ámbito empresarial contemporáneo, donde las organizaciones se enfrentan a desafíos cada vez más complejos y dinámicos. La importancia de este tema radica en su capacidad para mitigar riesgos y optimizar el funcionamiento eficiente de las cooperativas de transporte, asegurando la protección de los recursos financieros y la integridad de la información. Además, la eficacia del control interno a nivel empresarial se evidencia en la necesidad de una evaluación constante para adaptarse a un entorno empresarial cambiante (Nguyen y Hoai, 2023).
El control interno en las Cooperativas de Transporte se presenta como una herramienta esencial para la gestión de riesgos y como un componente central para fortalecer la confianza de los stakeholders. La transparencia en la administración y la rendición de cuentas, respaldada por prácticas efectivas de control interno, contribuye a consolidar la legitimidad de las empresas en un mercado cada vez más exigente. La literatura existente destaca la correlación positiva entre la efectividad del control interno y la percepción positiva de los inversionistas y clientes, enfatizando así la importancia de este análisis en la toma de decisiones estratégicas.
El enfoque en la evaluación de la efectividad del control interno responde a la necesidad de adaptarse a la evolución constante de las tecnologías y prácticas comerciales. Las mejores prácticas en control interno señalan la importancia de la actualización continua para enfrentar desafíos emergentes. En este sentido, el presente estudio contribuye al conocimiento al proponer un marco de evaluación específico para las cooperativas de transporte, considerando las particularidades de su operación y sus impactos en el contexto económico actual.
La fusión de tecnología y control interno ha experimentado cambios significativos en los últimos años. El advenimiento de tecnologías como inteligencia artificial, blockchain y análisis de datos ha transformado la forma en que las organizaciones gestionan y supervisan sus procesos internos. De esta manera, se resalta la importancia de adaptar los sistemas de control interno para abordar los riesgos emergentes asociados con la tecnología, como la ciberseguridad y la integridad de los datos.
La revisión de los desafíos actuales en el ámbito del control interno revela la complejidad que enfrentan las organizaciones en un mundo empresarial dinámico. Factores como la globalización, la velocidad del cambio tecnológico y las regulaciones en constante evolución presentan desafíos únicos. Resaltando la necesidad de adoptar enfoques ágiles y flexibles en el diseño y la implementación de sistemas de control para adaptarse a estas tendencias (Nguyen y Hoai, 2023). El benchmarking se ha convertido en una herramienta para evaluar el rendimiento y la eficacia de los sistemas de control interno. La revisión de las mejores prácticas proporciona valiosos conocimientos sobre cómo las organizaciones líderes están abordando desafíos y adoptando tecnologías innovadoras. Destacar casos de éxito y estrategias efectivas ayudará a establecer estándares de referencia para la investigación (Grageola et al., 2020).
La implementación de mejores prácticas en el control interno se ha convertido en un área de interés destacada en la investigación contemporánea. De igual manera, se han examinado cómo la adopción de mejores prácticas puede fortalecer la eficacia del control interno, destacando la importancia de la adaptación continua y la innovación en este ámbito. Recalcando que la mejora constante del control interno se traduce en el cumplimiento de estándares regulatorios, contribuye a la agilidad organizativa y la capacidad de respuesta ante cambios inesperados (Sotomayor et al., 2020).
La evaluación de la efectividad y la implementación de las mejores prácticas en los procesos de control se ha vuelto imperativa para asegurar la eficacia y la sostenibilidad de las organizaciones. La visión expuesta por autores como Calderón et al. (2022), Báez et al. (2021), Muhwezi, et al. (2023) y Campuzano et al. (2021) resaltan que las mejores prácticas en los procesos de control se orientan hacia la implementación de sistemas y herramientas que permitan una supervisión integral de las operaciones, la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo. Estos procesos garantizan la transparencia y la precisión en la información financiera, promueven una cultura organizacional basada en la responsabilidad, la ética y la innovación continua.
La evaluación de la efectividad en los procesos de control es esencial para garantizar la integridad y la eficiencia en las operaciones empresariales. Esto implica considerar diversos aspectos, como la precisión en la información financiera, la gestión de riesgos, el cumplimiento normativo y la detección temprana de posibles fraudes o irregularidades (Calderón et al., 2022). Para lograr este objetivo, se requiere adoptar buenas prácticas que fomenten la transparencia, la responsabilidad y la mejora continua en los procesos de control. Estas prácticas pueden incluir la implementación de sistemas de control interno robustos, la capacitación y el desarrollo del personal, así como el uso de tecnologías avanzadas para la supervisión y el análisis de datos (Jadán y López, 2021). Asimismo, se reconoce la importancia de adaptar estas prácticas a las necesidades específicas de cada organización y de evolucionar en respuesta a los cambios en el entorno empresarial y regulatorio (Díaz, 2021).
La búsqueda de la efectividad organizativa y las mejores prácticas están influenciadas por factores culturales y éticos en las organizaciones. Esto enfatiza la importancia de la integridad y la ética en los procesos de evaluación y mejora, y destaca que las mejores prácticas deben alinearse con el control interno (Medina et al., 2021; Vega y Marrero, 2021). Para evaluar la efectividad organizativa es necesario medir indicadores de control e incorporar métricas holísticas que aborden aspectos como la responsabilidad social y la contribución a la sostenibilidad. Esta evaluación exhaustiva proporciona información sobre el desempeño pasado y orienta decisiones estratégicas futuras. Por lo tanto, se convierte en un elemento esencial para la dirección estratégica de las organizaciones en un entorno empresarial dinámico (Grageola et al., 2020)
La identificación y evaluación de riesgos, la medición de la satisfacción del cliente y la capacidad de adaptación a cambios inesperados son componentes esenciales para una evaluación de efectividad integral en el ámbito del control interno. Estos elementos forman una red interconectada que aborda tanto aspectos internos como externos de la organización, permitiendo una comprensión más completa de su efectividad operativa y estratégica (Campuzano et al., 2021). La innovación constante, la capacidad de aprendizaje organizativo y la alineación con valores éticos son elementos fundamentales de las mejores prácticas en control interno (De la Torre, 2022). Es esencial identificar y adoptar modelos y métodos de evaluación adecuados para una perspectiva crítica sobre cómo medir y analizar la efectividad en distintos ámbitos organizativos, sobre todo en el contexto del control interno. Se han destacado avances en modelos cuantitativos y cualitativos, así como enfoques participativos que involucran a las partes interesadas. La selección de los modelos y métodos a revisar se realiza en función de su aplicabilidad a los contextos específicos abordados en el estudio (Sotomayor et al., 2020).
Para comprender la efectividad del control interno en una organización, es esencial considerar una gama de factores que van desde aspectos culturales y de liderazgo hasta tecnología y recursos humanos. Estos elementos interactúan entre sí y tienen un impacto significativo en la capacidad del control interno para cumplir con sus objetivos. Por lo tanto, es fundamental comprender cómo estos factores influyen en la efectividad del control interno (Calderón et al., 2022). Al analizar la relación entre la evaluación de efectividad y las mejores prácticas, se debe comprender cómo las organizaciones utilizan los resultados de las evaluaciones para mejorar y ajustar sus prácticas de control interno. Esto implica evaluar cómo las organizaciones exitosas integran la retroalimentación de las evaluaciones en sus procesos de control (Jadán y López, 2021). La relación entre el control interno, la evaluación de efectividad y la búsqueda de mejores prácticas en la gestión empresarial se revela como un tejido complejo de interacciones que influyen en la viabilidad y sostenibilidad organizativa. El control interno actúa como un mecanismo para mitigar riesgos y se posiciona como una palanca estratégica para la mejora continua (Báez et al., 2021).
De igual manera, la necesidad de identificar y aplicar las mejores prácticas de control interno específicas para las Cooperativas de Transporte surge como una situación problemática central. Dada la diversidad de estas organizaciones y su contexto único, la falta de orientación específica sobre prácticas efectivas puede limitar su capacidad para mejorar continua y adaptarse a las demandas del mercado. La carencia de un conjunto de mejores prácticas ajustadas a las características particulares de estas Cooperativas deja un vacío que podría obstaculizar la optimización de sus procesos internos y la consecución de sus objetivos a largo plazo.
En este contexto, la situación problemática se revela como una intersección de desafíos que exigen una atención prioritaria para garantizar la eficacia y la sostenibilidad de las Cooperativas de Transporte. Para lo cual, se plantea la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo se puede analizar la efectividad del control interno en las Cooperativas de Transporte, y cuáles son las mejores prácticas que contribuyen a un sistema de control interno eficaz en este sector?
De esta manera el objetivo general es analizar los enfoques, metodologías, buenas prácticas y factores que han demostrado ser relevantes para la efectividad del control interno en Cooperativas de transporte y mejora de la eficacia operativa.
MÉTODO
De tipo descriptiva documental, la investigación se basó en la recopilación, análisis y síntesis de información de fuentes escritas, digitales u otros documentos, siguiendo un enfoque documental.
Para la búsqueda de fuentes, se utilizaron bases de datos especializadas como Scielo, Redalyc y Scopus, con términos de búsqueda específicos como "control interno", "Cooperativas de transporte", "evaluación de efectividad" y "mejores prácticas", combinados con operadores booleanos para maximizar la pertinencia de los resultados.
RESULTADOS
Enfoques innovadores en el control interno
Los enfoques innovadores se refieren a las nuevas herramientas, procesos o metodologías que pueden implementarse en el control interno de las cooperativas de transporte para mejorar su eficiencia y eficacia. La implementación de sistemas informáticos de gestión es un ejemplo de enfoque innovador, ya que permite un manejo más eficiente y seguro de la información, una mayor transparencia en el flujo de los recursos financieros, así como una optimización de los procesos operativos y administrativos dentro de las cooperativas de transporte. Esto se traduce en una mejora significativa en la toma de decisiones, una reducción de errores y duplicidades, y una mayor capacidad de adaptación a los cambios del entorno económico y regulatorio. En resumen, estos sistemas modernizan la gestión interna de la cooperativa y la posicionan en una ventaja competitiva en el mercado.
Otro enfoque innovador consiste en la implementación de sistemas de control interno basados en procesos. Este enfoque, conocido como gestión integral basada en procesos, capacita a las empresas para identificar y optimizar sus procedimientos internos con el fin de lograr los objetivos organizacionales. Al implementar este método, las organizaciones pueden realizar un análisis exhaustivo de sus operaciones, lo que les permite identificar de manera más precisa las áreas de mejora y las fortalezas inherentes a su funcionamiento interno. Esta comprensión más profunda contribuye a mejorar la eficiencia operativa y, en última instancia, el rendimiento general (Hoai et al., 2022).
Se pueden implementar diversos sistemas de control interno para fortalecer la gestión y el gobierno de las cooperativas de transporte. Algunos de estos son: el control de acceso y seguridad de la información, que establece políticas y procedimientos para regular el acceso a la información sensible, garantizando así la confidencialidad y seguridad de los datos; la segregación de funciones, que divide las responsabilidades entre diferentes personas o departamentos para reducir el riesgo de fraude o error.
Por otro lado, la auditoría interna permite evaluar la efectividad de los controles internos existentes, detectar posibles irregularidades y recomendar mejoras en los procesos. De igual manera, el monitoreo y seguimiento de las actividades permiten supervisar de cerca las operaciones diarias de la cooperativa, identificando desviaciones y oportunidades de mejora. Por último, contar con políticas y procedimientos claros guía el comportamiento y las actividades de los empleados, asegurando así la consistencia y el cumplimiento de las normas internas y externas.
La formación y capacitación constante del personal pueden mejorar el control interno. Los trabajadores deben estar alineados con la cultura de la de la empresa y conocer los procesos y políticas internas para asegurar que se cumplan los objetivos de manera eficiente y eficaz. A su vez, la implementación de sistemas de verificación periódica de la información financiera puede mejorar el control interno, detectar desviaciones en el flujo de los recursos y tomar medidas para corregirlas. Esta estrategia puede ser muy útil para prevenir fraudes y asegurar que la información financiera presentada sea verdadera y confiable.
Una estrategia para fortalecer la gestión de las cooperativas es implementar el enfoque de gestión estratégica. Este enfoque requiere la identificación y análisis de los factores internos y externos que pueden afectar el desempeño empresarial. En consecuencia, se establecen objetivos y estrategias claras que facilitan su desarrollo (Muhwezi et al., 2023).
Buenas prácticas y factores clave que influyen en la efectividad del control interno
El control interno es esencial en la gestión empresarial al proporcionar un marco de referencia para la eficacia operativa y la mitigación de riesgos. En este contexto, una práctica esencial es asegurar la claridad en la definición de responsabilidades y la asignación de roles dentro de la organización. Esta claridad establece quién es responsable de cada tarea o actividad, ayudando a prevenir errores y fraudes al garantizar una mayor transparencia y rendición de cuentas en todas las operaciones de la empresa (Ek Kauil y Morales, 2022). Además, otro aspecto relevante del control interno es la segregación de funciones. Este principio implica separar las tareas relacionadas con la autorización, ejecución y registro de transacciones para minimizar el riesgo de fraudes y errores. Por ejemplo, una persona que aprueba una transacción no debería ser la misma que la registra en los registros contables, lo que ayuda a garantizar la integridad y precisión de los datos financieros (Handoyo et al., 2023).
El fomento de una cultura de ética y cumplimiento dentro de la organización se ha vuelto un elemento esencial en la planificación. Esto implica promover valores de integridad, honestidad y responsabilidad en todos los niveles de la empresa. Al enfatizar la importancia de la ética en la toma de decisiones y el cumplimiento de las políticas y regulaciones, se reduce el riesgo de comportamientos poco éticos y se fortalece la confianza tanto interna como externa (Ek Kauil y Morales, 2022). Además, la comunicación efectiva es un factor en la eficacia del control interno. Una comunicación abierta y transparente entre los distintos niveles jerárquicos y departamentos de la organización facilita la detección temprana de problemas. Este enfoque implica una comunicación ascendente y descendente entre las diversas áreas funcionales de la empresa (Castro y Díaz, 202). Un ejemplo claro de cómo la comunicación efectiva contribuye al control interno puede observarse en el proceso de detección de fraudes.
Una comunicación fluida entre los diferentes departamentos y niveles jerárquicos promueve la colaboración y el intercambio de información relevante. Por ejemplo, si el departamento de producción identifica un problema de calidad en un lote de productos, una comunicación efectiva con el departamento de control de calidad puede permitir una acción rápida para corregir el problema antes de que los productos defectuosos lleguen al mercado. Esta colaboración interdepartamental ayuda a prevenir problemas mayores y a mantener altos estándares de calidad en todos los aspectos de las operaciones de la empresa (Báez et al., 2021).
Una práctica eficaz consiste en la implementación de controles automatizados y tecnológicos. La automatización de procesos mediante el uso de herramientas y sistemas de información reduce el riesgo de errores humanos y mejora la eficiencia operativa en gran medida. La tecnología en este proceso permite el monitoreo continuo de las transacciones, la detección proactiva de anomalías y la generación de alertas en tiempo real ante cualquier desviación o situación irregular (Vega y Marrero, 2021). Por ejemplo, en el ámbito financiero, las organizaciones pueden emplear sistemas de gestión financiera integrados que automatizan tareas como la conciliación bancaria, la generación de informes y el análisis de datos. Estos sistemas agilizan los procesos, reducen los errores asociados con la entrada manual de datos y mejoran la precisión de la información financiera.
En la lucha contra el fraude, la tecnología desempeña un papel fundamental al convertirse en un elemento indispensable para detectar y prevenir actividades fraudulentas. En este contexto, los algoritmos avanzados de análisis de datos se destacan como herramientas poderosas, capaces de examinar vastos conjuntos de datos financieros para identificar patrones sospechosos o comportamientos atípicos. Este análisis exhaustivo proporciona a las organizaciones una visión profunda de las posibles amenazas, permitiendo la adopción de medidas preventivas para mitigar riesgos antes de que se materialicen en pérdidas sustanciales (Calderón et al., 2022).
Al utilizar tecnologías de vanguardia, las entidades pueden monitorear de manera continua y en tiempo real las transacciones y actividades financieras, lo que les permite detectar anomalías de manera temprana y responder de manera ágil. Estas soluciones tecnológicas son capaces de adaptarse y evolucionar para hacer frente a nuevas formas de fraude y estrategias de los delincuentes, manteniendo así la efectividad en la protección de los activos y la integridad de las operaciones financieras (Campuzano et al., 2021).
La formación y capacitación del personal son aspectos críticos para fortalecer el control interno de una organización. Los empleados que reciben una formación adecuada están más preparados para cumplir con los procedimientos y políticas establecidos, así como para identificar y reportar posibles irregularidades de manera oportuna y precisa. La formación continua es un elemento esencial para mantener al personal actualizado sobre cambios en regulaciones, tecnologías emergentes y mejores prácticas en su campo de trabajo. Es primordial reconocer que la capacitación del personal no se limita solo a aspectos técnicos o de cumplimiento normativo, por el contrario, abarca el desarrollo de habilidades blandas, como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Estas habilidades son esenciales para fomentar una cultura de integridad y responsabilidad dentro de la organización, así como para promover la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los equipos (Medina et al., 2021).
Por consiguiente, la formación y capacitación del personal contribuyen a la retención del talento y al compromiso de los empleados. Cuando los empleados sienten que tienen las habilidades y herramientas necesarias para realizar su trabajo de manera efectiva, están más motivados y comprometidos con el éxito de la organización. Esto a su vez conduce a una mayor productividad y satisfacción laboral en general (Castro y Díaz, 2020). La evaluación periódica y la mejora continua son pilares fundamentales para mantener la efectividad del control interno a lo largo del tiempo. La realización de auditorías internas y revisiones de controles permite identificar áreas de debilidad y oportunidades de mejora, promoviendo una cultura organizacional de aprendizaje y excelencia operativa. Estas evaluaciones son esenciales para asegurar que los controles internos sigan siendo adecuados y efectivos en un entorno empresarial en constante evolución.
La realización de auditorías internas proporciona a la organización una evaluación objetiva de su sistema de control interno. Estas auditorías pueden incluir la revisión de políticas y procedimientos, pruebas de cumplimiento y evaluaciones de riesgos. Al identificar áreas de debilidad o incumplimientos, las auditorías internas permiten a la organización tomar medidas correctivas proactivas antes de que se conviertan en problemas más graves (Bouchard y Hamel, 2023). Las revisiones periódicas de controles ayudan a garantizar que los procesos y procedimientos internos estén alineados con las mejores prácticas y estándares de la industria. Estas revisiones identifican áreas de mejora, promueven la adopción de nuevas tecnologías y enfoques que puedan aumentar la eficiencia y eficacia del control interno.
La promoción de una cultura ética y de cumplimiento constituye otro aspecto que forma parte del control interno de una organización. Una cultura organizacional que priorice la integridad y la responsabilidad ética fomenta la adhesión a políticas y procedimientos establecidos, lo que contribuye a mitigar el riesgo de conductas fraudulentas o poco éticas. Esto implica la formulación y promulgación de códigos de conducta claros y la difusión activa de los valores corporativos en todos los niveles de la organización (Bon Vecchio y Villela, 2020). Es esencial comprender que una cultura ética y de cumplimiento va más allá de tener políticas escritas; se trata de cultivar un ambiente en donde predomine la integridad y la ética sean valores fundamentales que guíen las acciones de todos los miembros de la organización. Esto se logra mediante la creación de un entorno de confianza y transparencia, donde se fomenta la honestidad, el respeto y la responsabilidad en todas las interacciones y decisiones empresariales (Arambula, 2020).
Debido a que una cultura ética y de cumplimiento puede tener un impacto positivo en la moral y el compromiso de los empleados. Cuando los empleados perciben que la empresa valora la ética y la integridad, se sienten más motivados y comprometidos con su trabajo, lo que a su vez puede conducir a un mejor desempeño organizacional y una mayor retención de talento (Gutiérrez et al., 2020). La responsabilidad social empresarial se ha convertido en un pilar para las organizaciones que buscan impactar en la sociedad en la que operan. Más allá de cumplir con las regulaciones, las empresas están asumiendo un compromiso proactivo con la comunidad, implementando programas de responsabilidad social que abordan cuestiones como la igualdad de género, la educación y el desarrollo comunitario. Estas iniciativas mejoran la imagen de la empresa, generan un impacto significativo en el bienestar de las personas y en la sostenibilidad a largo plazo de las comunidades donde operan, fortaleciendo así su reputación y relaciones con los diferentes grupos de interés.
La responsabilidad social se extiende a las prácticas laborales éticas y el respeto por los derechos humanos en toda la cadena de suministro. Las empresas están siendo cada vez más conscientes de su rol en garantizar condiciones de trabajo justas y seguras, así como en promover la diversidad e inclusión en el lugar de trabajo. Al adoptar políticas y programas que fomentan un entorno laboral equitativo y respetuoso, las organizaciones cumplen con su deber moral, mejoran la productividad y el compromiso de sus empleados, lo que a su vez contribuye al éxito empresarial a largo plazo (Cuellar et al., 2023).
En un contexto de creciente conciencia sobre los impactos ambientales de las actividades humanas, las empresas están adoptando un enfoque más proactivo hacia la responsabilidad ambiental. Esto implica la implementación de prácticas sostenibles en todas las operaciones, desde la gestión de residuos hasta la reducción de emisiones y el uso eficiente de recursos naturales (Pitre Redondo et al., 2020). Al adoptar medidas para minimizar su huella ambiental, las empresas contribuyen a la protección del medio ambiente, pueden obtener beneficios económicos a través de la reducción de costos operativos y el acceso a nuevos mercados que valoran la sostenibilidad (Giraldo y Ovalle, 2020).
Sin embargo, la efectividad de las prácticas ambientales depende de una serie de factores, incluida la adopción de tecnologías limpias, la colaboración con partes interesadas y la integración de criterios ambientales en la toma de decisiones empresariales (España, 2023). Además, la transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para demostrar el compromiso de la empresa con la responsabilidad ambiental y para construir la confianza con los consumidores y la sociedad en general. En última instancia, al priorizar la responsabilidad ambiental, las empresas contribuyen al bienestar del planeta y aseguran su propia sostenibilidad a largo plazo en un mundo cada vez más preocupado por la preservación del medio ambiente.
Por otro lado, para mejorar las evaluaciones de control interno, es esencial seguir varias mejores prácticas. En primer lugar, se debe definir claramente los objetivos y el alcance de la evaluación para garantizar que sea enfocada y efectiva. Luego, es importante utilizar un enfoque basado en riesgos, identificando y evaluando los riesgos que podrían afectar los objetivos organizacionales. Además, se debe involucrar a equipos multifuncionales de diferentes áreas de la organización para obtener una comprensión completa del entorno de control. Asimismo, es crucial documentar adecuadamente los procesos y controles para garantizar la coherencia en el proceso de evaluación. También se deben realizar pruebas y validar los resultados para asegurar la eficacia de los controles. Finalmente, se debe establecer un proceso de monitoreo y actualización continua de los controles para adaptarse a los riesgos y entornos cambiantes.
Figura 1. Mejores prácticas para evaluar el control interno.
Fuente: FasterCapital, 2024.
CONCLUSIONES
La efectividad del control interno en las cooperativas de transporte es esencial para mitigar riesgos y optimizar su funcionamiento eficiente, lo que garantiza la protección de los recursos financieros y la integridad de la información. La transparencia en la administración respaldada por prácticas efectivas de control interno contribuye a consolidar la legitimidad de las cooperativas de transporte en un mercado exigente y fortalece la confianza de los stakeholders.
No monetario.
A la planta docente de la Maestría en Contabilidad y Auditoría de la Universidad Católica de Cuenca.
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