DOI 10.35381/cm.v8i3.797

 

Promoción de valores mediante la comunicación asertiva en el estudiante universitario

 

Promotion of values through college student’s assertive communication

 

 

Romina Lissette Franco-Pérez

rominalisset@gmail.com

Ministerio de Educación, Guayaquil, Guayas

Ecuador

http://orcid.org/0000-0002-4534-9383

 

Zila Isabel Esteves-Fajardo

zila.estevesf@ug.edu.ec

Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Guayas

Ecuador

https://orcid.org/0000-0002-2283-5370

 

Gina Elizabeth Castro-Moyano

ginacastromoyano@hotmail.com

Universidad Técnica Particular de Loja, Loja, Loja

Ecuador

https://orcid.org/0000-0001-8183-6210

 

Patricia Jacqueline Alfonzo-Chunga

patricia.alfonzo@educacion.gob.ec

Ministerio de Educación, Guayaquil. Guayas

Ecuador

https://orcid.org/0000-0002-3738-1930

 

 

 

Recibido: 01 de marzo 2022

Revisado: 10 de abril 2022

Aprobado: 15 de junio 2022

Publicado: 01 de julio 2022

 

 

 

 

RESUMEN

El objetivo principal del presente estudio fue analizar la promoción de valores mediante la comunicación asertiva en el estudiante universitario, el cual se realizó bajo el paradigma positivista, con un enfoque cuantitativo y de tipo documental. Para lograrlo, se empleó la revisión de textos científicos como técnica, a objeto de recolectar las argumentaciones respectivas relacionadas con el tema, tomando como base artículos científicos, libros, entre otros. Como conclusión, se pudo precisar que la promoción de los valores constituye un factor primordial en el estudiante universitario, por cuanto facilita la comunicación óptima entre docentes- alumnos- sociedad y contribuye al desarrollo de una realidad social moralmente sólida y armónica. Todo ello, gira en torno al alcance de la felicidad plena a nivel mundial, lo cual aparte de repercutir en el ámbito académico y social, también ejerce marcada influencia en los campos familiar, político, económico y cultural.

 

Descriptores: Promoción; valores; comunicación asertiva; estudiante universitario. (Tesauro UNESCO).  

 

 

 

ABSTRACT

The main objective of this study was to analyze the promotion of values through assertive communication in college students, which was carried out under the positivist paradigm, with a quantitative and documentary approach. To achieve this, the review of scientific texts was used as a technique, in order to collect the respective arguments related to the subject, based on scientific articles, books, among others. In conclusion, it was noticed that the promotion of values constitutes a fundamental factor in the university student, since it facilitates optimal communication between teachers-students-society and contributes to the development of a morally solid and harmonious social reality. All this revolves around the scope of full happiness worldwide, which apart from having repercussions in the academic and social spheres; also influence notably, the familiar, political, economic and cultural fields.

 

Descriptors: Promotion; values; assertive communication; college student. (UNESCO Thesaurus).  

 

 

 

INTRODUCCIÓN

Antes de tratar el tema relacionado con la promoción de valores mediante la comunicación asertiva en el estudiante universitario desde un punto de vista general, es propicio abordar cada una de sus categorías de forma desglosada, con la finalidad de hacer más comprensible el tema. Por consiguiente, cabría en un principio preguntarse:

¿De qué trata la promoción de los valores? Para establecer una definición propia sobre este particular, de principio se citan las palabras de (García y Ferreira, 2005, p. 165), quienes suponen que “la institución educativa debe sentar las bases de unas reglas y normas que faciliten el bien común al cual todo miembro del grupo debe adherirse”. Estos mismos autores (García y Ferreira, 2005) agregan que:

 

La buena armonía, la convivencia, el respeto y la disciplina escolar son elementos necesarios para conseguir los fines y objetivos de la educación y más aún dentro de los valores y actitudes sociales de la educación está la adquisición vivencial de las normas y reglas de respeto y convivencia como objetivos y contenidos transversales del sistema educativo. Ayuda a comprender que hay un orden moral en el mundo. Enseña a ser responsable y a desarrollar el autocontrol y autonomía y la convivencia. (p. 165)

 

En estas apreciaciones se puede constatar cuáles son los elementos que conformarían los valores y, de ahí, la importancia de promoverlos, es decir, que los valores están inmersos en un ambiente donde se respetan ciertas normas de convivencia y proporcionan un orden lógico en las interacciones humanas. A este respecto, los autores mencionaron un ambiente clave, específicamente,  ‘la institución educativa’, cuyo foco central no es más que el desarrollo integral de los individuos, el cual considera un servicio sustentado en la moral, el buen comportamiento, las buenas relaciones sociales, la responsabilidad, el respeto, entre otros factores dignos de ser fomentados o, mejor dicho, reforzados en el contexto educativo, puesto que es la familia, la principal encargada de cimentarlos en la formación de sus integrantes.

En relación a ello, (García y Ferreira, 2005), manifiestan que:

 

Formar adultos dignos es tarea para la familia, sin embargo, la escuela tiene gran parte de responsabilidad, ya que la realidad de nuestras familias es bastante precaria, no teniendo condiciones básicas para esa educación integral. Cabe aquí la colaboración de la escuela formal y no formal. Nuestro cotidiano debe ser marcado por la confianza que tenemos en nuestros valores, y eso debe ser pasado para el niño. (p. 179)

 

Quiere decir que la promoción de los valores forma parte de la vida en todas las edades, y es en la etapa universitaria donde se demuestra lo aprendido y sale a relucir. Por ende, es allí donde se deben afianzar, por cuanto se trata de la formación de los futuros profesionales que tomarán la batuta de distintas especialidades y se requiere que los mismos se desempeñen tomando los valores como ejes transversales dentro de sus actividades laborales. En relación a este aspecto, (Barba y Alcántara, 2003, pp. 21, 22), destacan tres tipos de valores: científicos…“búsqueda de la verdad, excelencia, compromiso social, responsabilidad y autonomía”, profesionales “…dirimir los principales dilemas éticos, crear criterios de admisión/exclusión, impulsar un alto nivel de competencia y buscar el mejoramiento de las condiciones de trabajo y el prestigio social” y cívicos “las virtudes se refieren al cultivo de valores como justicia, participación, solidaridad, tolerancia y responsabilidad”.

Tal como se puede evidenciar en las consideraciones de Barba y Alcántara, el contexto universitario es protagonista del fomento de estos valores, por cuanto es en esta etapa de formación que el hombre demuestra sus habilidades, cualidades y talentos. Por lo tanto, su objetivo debe ser generar una interacción cónsona con los requerimientos de la sociedad para vivir en armonía y cooperar de la mejor forma con su bienestar y el propio. Desde esta misma perspectiva, el rol del profesor constituye aspecto primordial en la preparación de profesionales, así lo expresan (Salazar y Herrera, 2007):

 

Por consiguiente, para los docentes, el desarrollo pleno de la personalidad como objetivo central del sistema educativo debería formar parte de su representación mental y por ende de su repertorio conductual; es decir, de sus valores, los cuales guiarán su comportamiento hacia la búsqueda de este ideal social, para poder transmitirlo a sus educandos. (303).

 

Por lo tanto, el docente como ente mediador del conocimiento, es un protagonista junto al estudiante de la formación en valores. Su meta debe girar en torno al alcance de la armonía dentro y fuera del aula, con el objeto de facilitar el aprendizaje que a posteriori, los estudiantes compartirán con otros tanto en sus actividades laborales como en su interacción con la sociedad. Para este propósito, es importante tener como norte la dicha en toda su plenitud. Todo ello es parte de los valores del ser humano, tal como lo señala (Arias, 2019, p. 11) “En la actualidad, la felicidad continúa siendo un punto central de la ética y la moral, siendo este el fin máximo de la experiencia existencial; es la manifestación de la satisfacción más grande del hombre consigo mismo”. En relación a lo dicho, vale resaltar que cuando el hombre alcanza la felicidad mencionada, es capaz de convivir manteniendo buenas relaciones con sus semejantes y de ahí, deriva un proceso de comunicación de entendimiento entre las partes.

Lo anterior constituye un fundamento clave para la educación, especialmente, en el nivel superior, por cuanto supone un hecho que es requerido en el aula y fuera de ella para construir una sociedad humanizada que trasciende los límites de la educación y llega a diversas áreas profesionales, dando lugar a un acontecer dialógico cimentado en el respeto, la sana convivencia, la aceptación mutua, la valoración del prójimo, entre otros. Si lo expuesto se lograra, se podría edificar la sociedad ideal que todos anhelamos, ya que aprenderíamos a apreciarnos a nosotros mismos y a los demás. En relación a este aspecto, cabe citar el argumento de (Arias, 2019, p. 22), quien sostiene lo siguiente: “…el Conocimiento Didáctico del Contenido del docente en esta práctica pedagógica de la enseñanza de la Ética y Valores, se moviliza en clave de la autoestima como elemento potencial para el fortalecimiento de habilidades para la vida…”

Desde esta perspectiva, la comunicación asertiva juega un papel fundamental porque es a través de ella que los docente pueden orientar a los aprendices a llevar a cabo actividades que le impulsen a valorarse a sí mismos y valorar a otros.

Luego de los planteamientos expuestos, es propicio destacar que el propósito principal del presente estudio fue analizar la promoción de valores mediante la comunicación asertiva en el estudiante universitario, lo cual conduce a responder la siguiente inquietud: ¿de qué forma incide la comunicación asertiva en la promoción de los valores en el aprendiz de la educación superior?

Para puntualizar este tema, primeramente, se expone la metodología a seguir y luego, los aportes de varios autores que contribuirán a llegar a conclusiones certeras con respecto al mismo.

 

METODOLOGÍA

Este estudio se realizó considerando el paradigma positivista, un enfoque cuantitativo y la revisión documental-bibliográfica, esta última, de acuerdo con (Suárez, 2007, p. 17), consiste en “…aquella búsqueda o indagación que se basa en la localización, registro, recuperación, análisis e interpretación de fuentes bibliográficas, hemerográficas, así como fuentes de carácter primario o inéditas. En tal sentido, la población estuvo conformada por artículos científicos de revistas arbitradas, libros, entre otros. Todas las referencias permitieron explorar lo concerniente a cómo se lleva a cabo la promoción de los valores y la comunicación asertiva en la formación de los estudiantes del nivel universitario.

 

 

 

RESULTADOS

Antes de presentar todos los aportes que sustentan la promoción de valores mediante la comunicación asertiva en el estudiante universitario, es pertinente retomar la interrogante planteada previamente: ¿de qué forma incide la comunicación asertiva en la promoción de los valores en el aprendiz de la educación superior? Primeramente, vale destacar qué se entiende por valores según (Barba y Alcántara, 2003):

 

Los valores son una experiencia que todos los seres humanos tenemos día con día. Esta experiencia tiene que ver con nuestra capacidad de apreciar el mundo que nos rodea en una jerarquía que nos lleva a preferir aquello que consideramos más estimado sobre una gama de posibilidades, guiándonos por un cierto sentimiento de qué es más valioso. (p.18).

 

En consonancia con lo expuesto, es de suma conveniencia formar a los niños, jóvenes y adultos en valores, por cuanto ellos permiten al ser humano amar y cuidar lo que les rodea; así como también valorarse a sí mismos.  (Barba y Alcántara, 2003) agregan que:

 

En el nivel superior…se busca ir creando en los universitarios el sentido de la responsabilidad social propio del desempeño de la actividad profesional, junto con los valores iniciados en el ciclo correspondiente al bachillerato. Es importante destacar también que aun en el posgrado —que es el máximo nivel que ofrecen las universidades y otras instituciones de educación superior— la formación ética y valoral sigue estando presente en los aspectos profesionales, docentes y de investigación en los distintos campos disciplinarios. (p. 17)

 

Por ello, se señala que los valores también deben ser fomentados en la etapa adulta, debido a que forman parte de la vida y conducen al desenvolvimiento adecuado en cualquier etapa educativa; en este caso, la etapa universitaria no es la excepción, ya que estos promueven en el profesional una conducta intachable que les ayuda a destacarse en cualquier ámbito académico o ambiente laboral. Para (Boroel y Arámburo, 2016), dentro del contexto educativo:

 

Complementariamente es recomendable planear actividades extracurriculares, orientadas a fortalecer la formación valoral en la universidad, así como proponer instrumentos validados para la evaluación del impacto de las actividades formativas, tanto como para la identificación de las actitudes de los estudiantes hacia los valores éticos profesionales.   (p. 16)

 

La intención educativa en la educación superior debe orientarse hacia considerar los valores como ejes transversales que rompan los esquemas de aprendizaje único de contenido y amplíe su visión hacia la realización de tareas cónsonas con el buen comportamiento y las buenas costumbres. Ahora bien, ¿de qué forma se logran socializar los valores? Por medio de una comunicación asertiva, la cual de acuerdo con Briones et al. (2020), es parte del quehacer educativo, a continuación se presenta un bosquejo de sus aportes:

 

Al hablar de comunicación asertiva en procesos académicos en escenarios cambiantes, nos permite autoevaluarnos mediante la forma de cómo transmitimos nuestras opiniones con calidez hacia los demás, al tiempo que también se deben realzar aspectos positivos alcanzados mediante expresiones de afectos, elogios, aprecios, para obtener una reciprocidad en la conducta deseada, logra así el objetivo propuesto (p. 655).

 

Así por medio de este tipo de comunicación recíproca, se insertan los valores, los cuales permitirán llevar a cabo una interacción consensuada entre las partes, a fin de lograr las metas planteadas en un determinado momento. Esta comunicación, según (Briones et al., 2020, p. 655) “…es un proceso sustancial en la interrelación entre las personas para favorecer el intercambio de pensamientos, emociones y experiencias”

 

En otras palabras, es apropiada para el diálogo concertado. También, Briones et al., 2020) expresan que:

 

Las instituciones de educación superior deben promover una comunicación asertiva bidireccional, en donde se puedan desarrollar los métodos, técnicas tradicionales en el aprendizaje auto dirigido en los entornos y escenarios en línea, mediante el criticismo en búsqueda de la verdad para generación de la ciencia.  (p. 664)

 

En atención a lo expuesto, la comunicación asertiva cumple un rol significativo, puesto que es a través de ella que las personas interactúan en diversos contextos; en especial, el educativo, el cual cuenta con el apoyo de estrategias tradicionales y/o herramientas digitales que facilitan el intercambio de conocimientos en cualquier momento y lugar.

Por su parte, (Calua et al., 2021, p.315) manifiesta que “la comunicación asertiva implica la formación integral de los estudiantes. La persona que se comunica asertivamente se defiende en sus relaciones interpersonales, está satisfecha de su vida, tiene confianza en sí misma, es expresiva, espontánea”. En consecuencia, esta es la más idónea para conducir el proceso de enseñanza y aprendizaje en el nivel superior, porque gracias a ella, los futuros profesionales logran interconectar sus experiencias en pro de su crecimiento profesional y su preparación para el campo laboral. Al respecto, (Carlevaro, 2008), agrega lo siguiente:

 

Nuestras universidades deberían mantener a toda costa el libre ingreso y comprometerse —trascendiendo la mera educación profesional— con la formación humana integral de sus educandos, procurando la identificación con la gente y sus problemas. Al mismo tiempo, e insensiblemente, los estudiantes irán adquiriendo una auténtica y personalísima formación moral. (p. 35)

 

 

 

 

Es allí donde los valores se integran al proceso de formación mediante la comunicación asertiva, porque ambos persiguen la formación holística de los individuos, especialmente en el campo universitario, a fin de aprestarlos para enfrentar la vida y contribuir a su óptima transformación. Asimismo, (Morales, et al, 2022), supone lo siguiente:

 

Por lo concerniente a la comunicación asertiva se debe entender que es conveniente determinar los procesos de interrelación permanentes con el fin de fundamentar mecánicas eficientes que puedan conectar a personas con disimilitudes culturales trascendentales esto para componer sinergias suficientes en las empatías y entropías respectivas. (p. 51)

 

Lo dicho por los autores, consolida los planteamientos anteriores en relación a los valores como ejes transversales de la comunicación asertiva, por cuanto es por medio de ellos que se admite la dialéctica, la cual da lugar a un consenso caracterizado por la aceptación de distintas opiniones que cooperan con la construcción de nuevos saberes. Esto se evidencia con frecuencia en el nivel superior, donde los aprendices, por medio de la investigación, aportan diversas ideas, las socializan, las divulgan, valorando cada novedad y; de este modo, adquieren nuevos aprendizajes y vivencias.

Finalmente y tomando en cuenta todo el análisis antes presentado, es de gran relevancia responder a la interrogante inicial: ¿De qué forma incide la comunicación asertiva en la promoción de los valores en el aprendiz de la educación superior? Debido a que la comunicación asertiva y los valores forman parte de nuestras vidas desde la niñez, dichos valores se fomentan mediante la interacción que realiza el estudiante con todos los entes que le rodean e influyen en él demostrándolo mediante su desenvolvimiento dentro y fuera de la institución. Esto le permite crear su propia identidad y hacer de él ser único.  En relación a ello, (Reyes y Hernández, 2019) expresan que:

 

Los valores se forjan en la familia: este es el núcleo de formación del estudiante. Apoyándose de entidades educativas se puede lograr una buena cimentación integral de la persona. Pero no solo estos son los responsables, sino también la religión, los amigos y todo aquello que nos rodea. (p. 14).

 

De este modo, también se promueven los valores en el estudiante de educación superior mediante la comunicación asertiva, puesto que el mismo al intercambiar ideas, opiniones y conocimientos con su entorno desde su formación en la familia, logra asimilar una educación influenciada por lo que le rodea; en consecuencia, se aspira que este reciba una educación moralmente apropiada para demostrar en un futuro muy cercano, un desempeño intachable como profesional dentro de su campo laboral.    

 

CONCLUSIÓN

Luego de analizar los aportes de los distintos autores citados, se concluye que  la promoción de los valores mediante la comunicación asertiva en el estudiante universitario, supone un desarrollo integral del individuo, quien al socializar con su familia, su ambiente académico y su entorno comunitario, adquiere una identidad propia que lo diferencia de los demás, pero que no lo excluye de la sociedad, por cuanto es parte de ella y le permite desenvolverse según los principios aprendidos desde la niñez.

Los valores deben ser tomados en cuenta en el nivel universitario, ya que gracias a ellos se puede lograr una comunicación asertiva que coadyuva al entendimiento entre las partes y a trabajar en función de actividades pedagógicas e investigativas apropiadas para el desarrollo de una sociedad sólida.

 

FINANCIAMIENTO

No monetario.

 

 

AGRADECIMIENTO

A todas las personas y autores citados que contribuyeron al desarrollo de esta investigación.

 

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