Gestión investigativa en la era del
conocimiento
Investigative
management in the era of knowledge
Ana Francisca Romero de
Monfrino
Aromerogm27@gmail.com
Universidad
Bolivariana de Venezuela
Venezuela
Recibido: 10/07/2017
Aprobado: 25/08/2017
RESUMEN
La intención de este artículo
documental es la revisión de diversos enfoques teóricos en cuanto a la gestión
investigativa, tomando en cuenta la vinculación universidad –comunidad – mundo
globalizado, en donde se evidencia que es necesario fomentar una cultura
investigativa, formando investigadores que sean capaces de generar el
conocimiento con y para la sociedad. Además debe tomarse en cuenta el organizar
los procesos de investigación, recordando que las universidades tienen el rol
de generar conocimiento científico en pro del desarrollo de la sociedad,
formando el talento humano.
Palabras clave: formación de investigadores,
investigación, gestión investigativa, programas de investigación.
ABSTRACT
The intention of this documentary article is the revision of various
theoretical approaches in terms of research management, taking into account the
link Univarsity – Contexto - Community – Society – Globalized World, where
there is evidence that it is necessary to promote a culture of research,
training researchers that are able to generate knowledge for and to society. In
addition, it must take into account the organization of the processes of
research, reminding that the universities have the main role of generate
scientific knowledge in favour of the development of society, forming the human
talent.
Keywords: training of researchers, research, research management, research
program.
Las universidades
juegan un papel importante en la configuración de la sociedad dada su alta
responsabilidad en la formación de la humanidad y en la generación del
conocimiento científico. En los países en vía de desarrollo se concibe cada día
más a la universidad, como un agente clave para el desarrollo de
potencialidades, recursos y valores para la sociedad, y es considerada como una
realidad compleja capaz de generar riqueza y capital humano, por lo tanto su
vinculación al entorno se traduce en la cooperación del desarrollo y competitividad
regional, y está continuamente afectada por los cambios que pueden ser
políticos, económicos, sociales y culturales.
Es por ello que
nuestro país necesita una verdadera transformación universitaria no solo en el
campo de la educación, sino también de la investigación científica, en aplicar
la ciencia y la tecnología al desarrollo de la nación, el conocimiento generado
debe estar vinculado a la construcción de la sociedad, y por lo tanto a la
realidad de las comunidades. En este sentido es pertinente tener en
consideración lo planteado por (Noriero - Escalante y Victorino-Ramírez, 2019)
al indicar que
Hay que señalar que al interior de las universidades
también existen grupos de poder e inercias institucionales que frenan las
posibilidades de transformar la educación hacia un plano de excelencia
académica y con sentido público, crítico, autónomo, democrático y comprometido
socialmente. (p. 164).
Las instituciones universitarias deben realizar investigaciones como
verdaderos procesos de generación de conocimiento con la finalidad de
transcender posiciones de confort, para que sean capaz de crear destrezas
metodológicas y formar investigadores, por lo que desde las tesis de grados,
los trabajos de ascensos hasta asignaciones en las unidades curriculares deben
ser considerados elementos de un sistema organizacional conducido a la
investigación, a la generación de productos de conocimiento destinados a algún
ámbito de consumo -la sociedad- (Padrón, 1994).
Por su parte, la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO, 1998) menciona que una de las misiones de la educación superior es la
de promover, generar y difundir conocimientos por medio de la investigación y,
como parte de los servicios que ha de prestar a la comunidad, proporcionar las
competencias técnicas adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social
y económico de las sociedades, fomentando, desarrollando la investigación
científica y tecnológica a la par que la investigación en el campo de las
ciencias sociales.
El hombre se
encuentra en una constante búsqueda de explicaciones, transformaciones de su
propia realidad, que conlleva a una continua producción de conocimiento y
desarrollo científico a diario, y que no todos son socializados, quedando en
las gavetas y archivos de las universidades, sin aprovechar todas las
potencialidades del conocimiento generado por los profesionales, hasta
reprimiendo los que se pueden generar partiendo de la socialización de los
mismos.
Entonces ¿Será
necesaria la gestión investigativa, en la era del conocimiento, de la
información, y en un mundo globalizado como el actual? Esta inquietud se la han
realizado diferentes investigadores que han comenzado a trabajar en cómo darle
una explicación científica y cuáles serían las estrategias a utilizar, para que
se alcancen los objetivos de generar conocimiento de una manera eficiente en lo
que se puede ver como tres etapas: la generación, la sistematización y
socialización, donde se evidencie el desarrollo de los profesionales y de la
sociedad.
A nivel mundial la
educación universitaria, es pilar fundamental del desarrollo cultural, social y
económico. Por lo que constantemente se tiene la necesidad de implantar
desafíos que implican una transformación permanente, con la finalidad de
presentar soluciones a la profunda crisis de valores que vive la sociedad
contemporánea. En donde nuestro país no está excepto, de hecho mi criterio
personal es, que estamos viviendo actualmente una de las mayores crisis de
valores en nuestra sociedad.
Sierra, y col.
(2010), expresaron que es evidente el papel que juega la universidad como eje
central y motor, de la llamada industria del conocimiento, en la que este se
convierte en activo principal desde dos perspectivas: la de insumo y la del
producto final.
Lo que da paso a
los llamados Programa de Investigación Científica, que de acuerdo con Lakatos
(1978) no son más que un equipo con grandes logros científicos, considerados
también como Unidad de Análisis Epistemológica constituida por una secuencia de
teorías científicas con continuidad espacio-temporal que relaciona a sus
miembros, estableciéndose versiones modificadas según un plan inicial común.
Si se observa la
investigación desde el punto de vista gerencial, estos no pueden tener
exclusivamente una descripción metodológica de tipo lógico-estructural, sino
que también una descripción organizativo-gerencial, referida a las condiciones
de productividad, es decir, efectividad
de los procesos frente a las necesidades y oportunidades –realidad y contexto
estudiado-.
En este mismo
orden de ideas, la gerencia de la investigación tiene dos componentes que según
Castañeda y
Castañeda (2007) son la gerencia y la investigación, entendiendo como gerencia el arte y la
ciencia de trabajar en equipo para el logro de los objetivos de una
organización (institución), sin olvidar sus funciones básicas planificación,
organización, dirección y control. Por su parte la investigación es un
procedimiento reflexivo, sistemático, controlado y crítico que tiene como
finalidad describir e interpretar los hechos o fenómenos, relaciones y leyes de
un determinado ámbito de la realidad (Ander-egg,
1992).
Las universidades
deben fortalecer la promoción, generación y difusión del conocimiento mediante
la investigación. Como organizaciones tiene el compromiso de ser fuertes desde el
punto de vista de su estructura académico-científica y de su capacidad técnica
gerencial, lo que la obliga a contar con un capital humano, científico y
tecnológico situado en los más altos estándares de eficiencia para gestionar
una academia con calidad, ya que de ello depende el desarrollo económico y
social de las regiones (Sierra, Nair, Rangel, y Alvarado, 2010).
Según el documento
de la UNESCO (1995) Políticas para el cambio y desarrollo de la Educación
Superior: “la clave para poner en marcha los procesos necesarios para enfrentar
los desafíos del mundo moderno y, mediante sus funciones de docencia,
extensión, investigación, representa el factor necesario en la transformación y
aplicación de estrategias y políticas de desarrollo”.
En la sociedad
futura el recurso clave será el conocimiento y sus trabajadores serán el grupo
dominante de la población activa. Estos cambios fundamentales inciden en la
estructura de la sociedad y crean una nueva dinámica social, económica y
política (Drucker 1994). En ese sentido los líderes de las universidades,
además de poseer un alto nivel de formación disciplinar, deben desarrollar e
implementar herramientas gerenciales que le garanticen un grado sumo de
cumplimiento de las demandas sociales del entorno. Hecho que se puede lograr
con la investigación con pertinencia social.
González y
Castillo (2011) sostienen que es necesario propiciar la creación de
conocimiento, como política proactiva, propiciando una serie de garantías
laborales y académicas para que docentes y estudiantes desarrollen a plenitud
la labor investigativa. Promover la inter y trandisciplinariedad, de tal manera
que se aborden investigaciones desde los diferentes enfoques. El conocimiento
creado debe ser socializado, además de impulsar las redes de investigación para
que se amplíen sus fronteras de lo regional a lo nacional y luego a lo
internacional.
Es por ello que es
necesaria la gestión de la investigación universitaria donde las nuevas
generaciones deben ver las investigaciones como un proyecto de vida,
insertándose en el desarrollo integral de las comunidades, formar conciencia
autónoma a los valores, de libertad, justicia y solidaridad, como expresan
Ferrer y Clemenza (2006) se hace indispensable lograr una correlación entre la
generación de beneficios a la sociedad y la generación de conocimiento.
Adicionalmente, la
dinámica investigativa dentro de los grupos de investigación o programas de
investigación, requiere de un proceso organizacional y gerencial, que les
permita a los investigadores y co-investigadores adaptarlas de acuerdo con sus
necesidades, intereses y entorno donde se encuentre.
Entonces si hablamos de gerencia de la investigacion
las funciones principales que se ejecutaran según Castañeda y Castañeda (2007) son las
siguientes:
Planificación, toda investigación debe estar en inscritas en un programa
o línea de investigación, además debe definir su alcance, los objetivos,
políticas y estrategias de financiamiento.
Organización, durante el desarrollo de la investigación se distribuye funciones
y tareas, se establecen y desarrollan redes, asigna y coordina tecnología de
información, talento humanos, recursos materiales, espacios y condiciones idóneas para fomentar
la creación y difusión de conocimiento.
Dirección, se ejecuta en función del liderazgo para la construcción del
conocimiento y desarrollo de capacidades creativas e innovadoras de los seres
humanos.
Control, no solo evaluando el logro de los objetivos planteados, sino
que también en términos de eficiencia del máximo bienestar humano al menor
costo posible y de efectividad o impacto social, bajo una concepción
pluridisciplinaria y transdisciplinaria. Donde se tenga una participación
activa, se tenga un cambio y un desarrollo de la realidad.
Para Gil, y col.
(2012) se deben crear sistemas innovadores de gestión de la investigación, que
permitan sistematizar la canalización de las iniciativas de los investigadores,
la captación de recursos y la transferencia de los resultados de la
investigación. En este sentido, es recomendable el desarrollo de un modelo en
red.
Las universidades
en los últimos años se han dedicado a formar cuadros de profesionales dándole
mayor valor a la gestión de la docencia en las universidades, dejando de lado
la gestión de investigación. Entre las razones, está la poca tradición
científica de nuestros países, la presión de la demanda social por matrícula
estudiantil, carencia de un claro concepto del deber ser de las universidades
por parte de profesores y estudiantes y en particular, de la alta gerencia universitaria
preocupados por resolver lo inmediato pero dejando de lado en algunos casos, la
razón de ser de las instituciones (Ferrer y Clemenza, 2006).
Lo anteriormente
mencionado, se percibe con mucha frecuencia en la realización de los trabajos
de grado de los estudiantes, y en todas las actividades investigativas que se
desarrolla; existen investigaciones enfocadas a áreas donde los docentes no
poseen competencias, ni hay un lineamiento claro y preciso que guíe la
producción ni la aplicación de conocimiento que puede generarse de dicha
investigación (Fuenmayor, Perozo, y Narvaéz, 2007).
Al contrario la
investigación debe ser vista como acción global, la producción de conocimientos
es considerada como un hecho organizacional, como una actividad que sólo es
rendidora en la medida en que los trabajos parciales e individuales se agrupen
alrededor de sistemas de objetivos, planes, tecnologías, estructuras de
procesos, controles, vías de alimentación-suministro, entre otros, todo
enmarcado en significativos análisis de las demandas sociales (Padrón, 1994).
Por su parte Johnson y Johnson (1993) y Colle (1991) citados por Chacín y
Briceño (1995) y Fuenmayor, Perozo, y Narvaéz (2007) expresan que el trabajo en
equipo no es una simple técnica de dinámica de grupos ni una decisión
voluntarista, sino un proceso de aprendizaje que promueve y estimula la
creatividad y la conformación de comunidades críticas y autoreflexivas.
Lo cual Lakatos
(1983) llamo -programa de investigación- que no son más que un conjunto borroso
de trabajos investigativos individuales, ordenado por una relación de secuencia
temporal y, además, por relaciones de inclusividad y complementaridad. Desde el
punto de vista de su estructura diacrónica, entonces, la investigación es
considerada en términos de Programas o redes problemáticas y no como hechos
individuales aislados entre sí.
La investigación
requiere de un trabajo en equipo y de cooperación, para alcanzar la mayor
productividad en sus objetivos trazados, y expandir el desarrollo de las líneas
y redes donde está inmersa. Por lo cual se considera urgente que las
instituciones educativas, estimulen la conformación de equipos
interdisciplinarios de investigación, capaces de abordar, en forma conjunta,
estudios de diferentes niveles de complejidad, conservando autonomía e
independencia (Fuenmayor, Perozo, y Narvaéz, 2007).
Son pocos los
equipos de trabajo amplios, interdisciplinarios, realmente integrados, donde se
aprovecha al máximo la experiencia individual de cada miembro sin que sea
afectado si estos miembros cambian. Dichos equipos son organizados alrededor de
grandes problemas, sin problemas de prestigio, jerarquía e internacionales (Varsavsky,
2006).
La gestión de la
investigación debe fomentar la creación y consolidación grupos de investigación
multidisciplinarios, productivos o sociales, de relevancia para las comunidades
o la nación. González y Castillo (2011) hacen referenca a ciertos aspectos claves para la labor de los grupos de
investigación como por ejemplo el desarrollo de líneas de investigación
estratégicas, investigadores en diferentes áreas –investigaciones
multidisciplinarias-, evitar el divorcio entre las instituciones, intercambio
de conocimiento con otras comunidades científicas, creación de redes, entre
otros
Adicionalmente, se
debe incrementar vínculos con los sectores públicos y privados para la
detección de temas más relevantes presentes y futuro de ambos sectores, además
de obtener financiamiento, sin olvidar las realidades de las comunidades. En
este mismo orden de ideas, para la UNESCO citado por (Pesca de Acosta, 2012) la
universidad ha de aplicar capacidad prospectiva y anticipatorio que le permita,
al iluminar posibles alternativas y escenarios, construir la mejor opción
posible de futuro.
La docencia y la
investigación universitaria tienen una finalidad social y política bien
definida, deben capaces de contribuir a la búsqueda investigativa en la
necesidad de resolver problemas básicos para nuestra sociedad (Ferrer y
Clemenza, 2006). Las investigaciones universitarias deben ser auténticos
procesos de producción de conocimientos y no como mero ejercicio curricular que
sólo permite, en el mejor de los casos, crear destrezas metodológicas, teniendo
en cuanta que es necesario formar verdaderos investigadores.
Los criterios
pedagógicos centrales de Varsavsky (2006) hace mención a
que toda enseñanza – formación desde estar ligada al proceso productivo de la
nacion, es necesaria la participacion activa del estudiante en tareas
productivas y de investigacion normales.
En la gestión
investigativa se debe ser capaz de analizar el mercado, de diseñar redes de
problemas investigativos, de distribuir a estudiantes y docentes alrededor de
las funciones y tareas planteadas según esas redes problemáticas, de asignar
recursos y asistencia técnica, de promover y difundir los productos logrados y,
finalmente, de realimentar el sistema, que Padrón (1994) hace referencia como
la concepción gerencial de la investigación. Donde es necesaria la formación
continua de docentes y directivos del sistema educativo general es decir desde
el nivel básico hasta el universitario, como docente investigador, el cual
cultive la capacidad de reflexión permanente en la acción y sobre la acción,
para lograr la transformación de la realidad.
Para Padrón (1994)
la subsiguiente tarea de una gerencia de investigaciones consiste, entonces, en
ofrecer a estudiantes y docentes los programas de investigación previamente
diseñados, en organizarlos alrededor de esos programas, en brindarles
asistencia técnico-metodológica y en controlar las ejecuciones individuales. Es
decir es necesario aprender-a-investigar" donde las investigaciones
realizadas por los estudiantes y por los docentes no sean solo un objeto de
evaluación, sino un producto que puede ser aprovechado dentro de algún plan
global de investigación.
Por esta razón la
Universidad debe concebirse como un espacio creativo de aprendizaje, de
investigación, de innovación, no sólo para satisfacer los requerimientos
académicos y científicos sino para promover respuestas contundentes a los
problemas que afectan la realidad y donde el espíritu innovador para abordar la
solución de dichos problemas, será el camino de la permanente búsqueda de
respuestas que interrumpen la vida de la sociedad.
La universidad
debe formar profesionales de mentalidades solidarias y creativas (Varsavsky,
2006). En la actualidad las investigaciones deben
proporcionar a la sociedad no sólo el saber cómo (Know how) sino además el
saber por qué o para qué (Know why).
Como se ha
evidenciado la sociedad demanda con más fuerza de las universidades, la
formación de profesionales competentes, con formación integral, la que no solo
depende de los conocimientos y habilidades que se adquieren en los claustros
docentes sino de las convicciones, sentimientos y valores éticos que regulan la
actuación profesional del egresado, lo cual requiere una sólida formación
axiológica. Articulado la investigación con las otras funciones universitarias
brinde a la sociedad la oportunidad de contar con innovaciones de productos y
de procesos (Gil y col, 2012).
La legitimidad
social de la investigación universitaria está relacionada con el deber que
tiene la Universidad de concebir el proceso investigativo como una construcción
social que se realiza en un contexto espacio-temporal condicionado por
circunstancias históricas, sociales y psicológicas provenientes de contextos
internacionales, nacionales y locales (Ordoñez, 2008).
El reto de la
investigación es impulsar el conocimiento a fin de hacer frente a los cambios
de la sociedad actual, exigiendo una labor constante en materia de gestión
social del conocimiento (Castañeda y Castañeda, 2007).
Para Varsavsky (2006) lo que
se investiga en una sociedad es lo que la sociedad considera suficientemente
importante. Dicha importancia no tiene nada que ver con la capacidad de
respuesta, sino por las caracteristicas ideologicas. Es necesaria la
vinculacion formacion – investigacion – comunidad para provocar
transformaciones en la realidad
(Cordova, s.f.).
La gestión
investigativa en la era del conocimiento debe contribuir al aprovechamiento y
socialización de los saberes de los profesionales, propiciar la formación y
desarrollo del sujeto, individual y colectiva, inter y transdisciplinaria. Las
universidades deben superar su carácter pedagógico (docencia) y entrar a la
sociedad del conocimiento (generación de conocimiento).
Estamos en una
sociedad en la que el desarrollo socioeconómico se vincula cada vez más con el
conocimiento, que debe ser útil y relevante, vinculando la
comunidad-universidad-sector público y privado. Teniendo claro, que cualquier
orientación de gestión de la investigación universitaria, deberá estar inserta
en planes locales, regionales y nacionales, en cuya formulación está integrada
la comunidad científica.
En las
instituciones universitarias las políticas deben girar en pro de fomentar una
cultura investigativa en los estudiantes, docentes incluyendo al personal
administrativo y obrero, capaz de generar conocimiento con cada actividad que
se realice, sin que sea vista como un producto necesario para conseguir una
calificación, un título o su ascenso, sino como una forma de generar conocimiento
propiamente dicha.
Adicionalmente se
deben romper las barreras de las instituciones, trazar vínculos con las
comunidades y sociedades científicas con la finalidad de dar respuestas a
problemáticas específicas y crear redes entre las diferentes instituciones, y
difundir el conocimiento generado, ya sea por medio de publicaciones o por
disertaciones en actividades científicas.
No podemos olvidar
que estamos en una era donde el poder lo tienen quien tiene el conocimiento,
por lo cual en cada universidad, institución y organización del mundo, cada día
se está en la búsqueda de nuevas innovaciones que generen conocimiento, lo que
hace necesaria la gestión investigativa, en la era del conocimiento, de la
información, y en un mundo globalizado como el actual.
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